La Indulgencia Plenaria, también conocida como el Jubileo.
La doctrina y la práctica de las indulgencias en la Iglesia están estrechamente relacionadas con los efectos del sacramento de la Penitencia (ClgC. Nº 1.471). La Indulgencia es la total remisión ante Dios de la pena temporal debida por los pecados, ya perdonados, concedida por la Iglesia. Puede alcanzarse una vez al día y puede aplicarse por uno mismo o por los fieles difuntos.
Para conseguir las Indulgencias del Jubileo, se debe:
- Visitar la Catedral de Santiago, donde se guardan, custodian y veneran los restos del Apóstol Santiago el Mayor, participando en la Eucaristía o en cualquier otro acto litúrgico, teniendo un momento de oración por las intenciones del Romano Pontífice (Padrenuestro o Credo).
- Confesión Sacramental. Una misma confesión sirve para alcanzar varias indulgencias. Puede hacerse 15 días antes o después de la visita a la Catedral de Santiago.
- Comunión Eucarística, para cada una de las indulgencias.