
29 Oct Proyecto «Cartas Peregrinas» del Institut de Recherche Jacquaire
La mañana del 17 de marzo de 2020, primer día del confinamiento general, todos nos encontramos desocupados, encerrados en casa y profundamente preocupados. ¿Qué hacer? Inmediatamente pensé en Jean Geiler de Kaysersberg, célebre predicador de Estrasburgo que, en 1501, redactó un Manual del peregrino destinado a aquellos que no podían ir a Roma para el Jubileo de ese año. Les proponía peregrinar desde su habitación. ¿Y si ofreciera algo similar a los peregrinos de Compostela que habían quedado bloqueados en su camino o en sus proyectos de partida? Mis archivos podían convertirse en un itinerario a recorrer, a medida que los expedientes se fueran abriendo poco a poco para su descubrimiento. Así creé una peregrinación en la habitación, con etapas diarias que trataban sobre epidemias del pasado, peregrinos en camino a Compostela, patrimonio jacobeo, leyendas… Todo ello sin un plan preestablecido, tal como ocurren las aventuras y encuentros a lo largo de una peregrinación física.
Louis Mollaret los publicaba en línea y los enviaba por correo electrónico a 3000 direcciones. Y así fue hasta el final del confinamiento, el 11 de mayo. A falta de caminar, nuestros lectores enriquecieron su visión de Compostela y descubrieron capítulos poco conocidos de la historia de la peregrinación. A cambio, se formularon preguntas, cuyas respuestas se daban en una carta; por ejemplo: «¿Los gigantes y las cabezas grandes tienen relación con la Iglesia?»
El fin del confinamiento (¡que pasó volando!) dio lugar a una petición: «¡CONTINÚEN!».
Las cartas se fueron espaciando; siempre regulares, pasaron a ser semanales, luego quincenales y finalmente mensuales hasta hoy, cuando la carta número 191 apareció a finales de julio.
A lo largo del camino, nos han llegado preguntas, a veces procedentes de eruditos ajenos al mundo peregrino; por ejemplo, ayudamos a una lectora a interpretar una imagen tomada de un libro de Horas medieval… que nosotros mismos desconocíamos: de ahí, una carta. Otra nos pidió ahondar en la historia del camino llamado “de la costa atlántica”, lo que generó varias cartas. Estudios universitarios permitieron a varios estudiantes presentar ellos mismos sus trabajos. Varios profesores prestaron su pluma, entre ellos Miguel Taín, gracias al cual el altar mayor de Santiago ya no guarda secretos para nuestros lectores. Es la magia del Camino la que reúne en estas cartas a investigadores eminentes con personas muy modestas, que se enriquecen mutuamente.
Y así sucesivamente… Hoy este conjunto de cartas muestra que, poco a poco, se está llevando a cabo una limpieza del Camino, eliminando antiguas creencias basadas en hipótesis nunca demostradas, en favor de una atención cada vez más profunda al patrimonio específicamente jacobeo, tanto material como inmaterial. Algunos peregrinos nos han asegurado que ahora caminan con los ojos abiertos a algo más que a sí mismos.
Todas las cartas están disponibles en la página web del Instituto de Estudios Jacobeos (IRJ) en esta dirección:
https://lettres.institut-irj.eu/
Las primeras, “peregrinar confinados”, numeradas del 1 al 110, están organizadas en orden cronológico.
Las segundas, “peregrinar informado”, se presentan de la más reciente a la más antigua.
**Texto: Institut de Recherche Jacquaire

